Las empresas que no han adaptado su posicionamiento a lo social, tienen el peligro de bajar de posiciones. Se busca la complicidad del cliente en el proceso.
El SEO, actualmente, debe de reconocer las emociones, dar experiencias y mostrar cómo la marca se relaciona con sus clientes.
El posicionamiento debe de estudiarse de forma conjunta con la creación de contenidos, planteados para agradar a nuestro público objetivo; y, con la interacción de nuestra empresa en los medios sociales.
El posicionamiento web necesita de las redes sociales y de la creación de buenos contenidos. Los negocios con presencia en internet deben pensar en un triángulo: SEO, contenidos y redes sociales.
Si bien es sabido, los usuarios buscan las opiniones de los demás a la hora de comprar un producto o contratar un servicio. Si su empresa no cuenta con presencia en redes o contenidos en su web donde mostrar las experiencias de sus productos o sus servicios, poco va a hacer. Hay que intentar interactuar lo máximo posible. Piense que las relaciones sociales sirven para aumentar su presencia y dar a conocer su marca.