Hoy en día, con la ayuda de plantillas y empresas que te “regalan” los CMS para diseñar tu propia web, casi cualquiera, con unos mínimos conocimientos y poco dinero, podría hacerlo. Sin embargo, eso no implica que vaya a conseguir visitas y ventas en internet. Es bastante más complejo que solo eso. El diseño web debe seguir una serie de claves para convertir la página en una herramienta de negocio rentable o en un fiel reflejo de la imagen corporativa de una empresa.
No podemos diseñar sin más, es fundamental pararnos y definir la funcionalidad y los objetivos que se quieren lograr con la web. No es lo mismo una página meramente informativa que una tienda que vende online. Nuestro objetivo puede ser conseguir unos formularios de contacto, suscriptores a la newsletter o la venta de determinados productos, según cada caso. En base a todo ello, plantearemos el diseño.
Los usuarios agradecerán que la página cargue rápidamente, de hecho, ese es uno de los motivos de mayor peso en el abandono de un sitio web. Si se muestra al instante, aumenta la probabilidad de que el usuario vuelva a visitarla para ver nuevos contenidos.
También es necesario que la página sea usable, accesible y que guíe al visitante de manera intuitiva hasta el producto o la información que le interesa.
Para que sea usable, debemos encontrar un punto de equilibrio entre lo visualmente atractivo y lo funcional. Podemos caer en el peligro de elegir diseños complejos que confundan al visitante. Lo mejor es captar su interés y destacar una sola llamada a la acción. Si utilizamos en el mismo apartado diferentes llamadas como “Solicita información”, “Contacta”, “Compra Ya”… podemos conseguir que el visitante se vuelva loco y no sepa a cuál de ellas hacer caso.
Otro elemento importante es decidir, de manera estratégica, dónde situamos la llamada a la acción. Mientras más accesible esté y más visible sea, mayor porcentaje de conversiones conseguiremos. Incitar y motivar son formas de captar el interés de los potenciales clientes y lograr los objetivos marcados.
Te aconsejamos agrupar los contenidos de manera que la información pueda entenderse mejor, de forma clara y sencilla, sin que el usuario tenga que pensar demasiado cómo llegar hasta ella. Mientras más opciones le ofrezcamos, más dificultaremos que encuentre lo que necesita. Es fundamental sintetizar dichos contenidos y plantearse lo que el cliente potencial va a necesitar. Hoy en día, los usuarios no leen, escanean la pantalla para evaluar si le va a interesar dedicarle más tiempo a enterarse de lo que pone allí o directamente, buscar en otro sitio. Si le abrumamos con información, se cansará y abandonará la página.
La utilización de categorías y filtros es una buena alternativa para ayudarle en este sentido. Otro modo de incitarle a seguir navegando por nuestra página es mostrarle recomendados como “Los más vistos” o “Los más vendidos”.
La inclusión de vídeos e imágenes contribuirá a aportar valor a nuestro site haciendo nuestros mensajes más fácilmente comprensibles y atractivos, consiguiendo que el visitante no se aburra y se genere engagement.
Otro de los objetivos que debemos tener en cuenta a la hora de realizar el diseño de una web es generar confianza. Eso puede conseguirse mostrando información de los profesionales que integran la empresa y su trayectoria, incluyendo testimonios de clientes conocidos o permitiendo que sean visibles las opiniones y valoraciones de los usuarios.
Ya hemos hablado en artículos anteriores del Social Selling y la enorme influencia que tienen las opiniones de otros contactos conocidos en la decisión de compra de un cliente potencial.
También podemos generar confianza ofreciendo la posibilidad de un chat online o una sección de preguntas frecuentes que solucione sus consultas rápidamente, sin tener que llamar o mandar un mail.
Mantener actualizados los contenidos y una buena presencia en redes sociales contribuyen igualmente, a reforzar dicha confianza.
Si se plantea la inclusión de banners y pop-ups en la página web, no os recomendamos abusar de ellos. Debemos tener en cuenta que, si dificultan la navegación de cara al usuario, Google nos penalizará, además de que el visitante puede “molestarse” y abandonar la página.
Para finalizar, hemos pasado un poco por encima de la importancia de lo que hemos calificado como una web accesible y sin embargo, este es un factor crucial. No debemos olvidar que el número de usuarios que navega por internet desde su smartphone ha crecido a pasos agigantados. Poder acceder a una página desde distintos dispositivos (Pc, tablet y móvil) mejora la experiencia del usuario y fomenta la navegación en la página. El sitio web debe estar preparado para resultar funcional y atractivo independientemente de las dimensiones de la pantalla desde la que se visualice.