Quizás resulte un ejemplo un poco extremo, pero ¿pueden competir en internet pequeñas empresas o negocios familiares que no cuentan, ni de lejos, con el mismo presupuesto que grandes marcas y cadenas archiconocidas que invierten en marketing digital?
¿Es posible hacerles sombra o es mejor que se les quite esa idea de la cabeza? Vosotros, ¿qué opináis?
Es evidente que si tenemos en cuenta el tema del presupuesto y todas las acciones que estas grandes empresas realizan en diferentes canales, nos podemos asustar y terminar pensando que es una locura el simple hecho de planteárselo. Sin embargo, si a ese planteamiento añadimos la variable de la cercanía o ubicación al hacer una búsqueda en internet, nuestra respuesta puede variar y mucho.
Si una persona llega a vuestra ciudad y busca “restaurantes” o “cafeterías”, Google le mostrará las alternativas que existen cerca del sitio en el que esté. Hablamos de SEO local, es decir, de las búsquedas que se realizan en base a la ubicación, en tiempo real, del internauta. Se les llama búsquedas locales y suponen cerca de la mitad de las que se realizan en el buscador. Es más, si analizamos las búsquedas de este tipo realizadas desde un móvil, el porcentaje sube a un 80% del total. Es una oportunidad real para que los pequeños negocios puedan competir en internet.
Entonces, ¿qué elementos tiene en cuenta Google a la hora de mostrar unas empresas u otras teniendo en cuenta el factor “ubicación”?
Para que una empresa familiar o una pyme puedan tener visibilidad en los listados de Google, en primer lugar, debe tener una página web. Es un factor básico y fundamental donde el usuario podrá informarse más ampliamente de los servicios o productos de los que dispone o del perfil de la empresa, entre otros datos de utilidad. Un mapa de Google donde esté geolocalizada la empresa y su dirección, teléfono o mail, siempre visibles, en todos los apartados de la web, le ayudará a subir posiciones entre los resultados de búsqueda.
Añadir textos, fotografías o vídeos, es decir, diferentes tipos de contenidos de calidad y originales, resulta imprescindible para alcanzar cualquier tipo de posicionamiento. El estructurar esa información de manera ordenada y categorizada, acompañándola de enlaces a redes sociales, ayudará al buscador a indexarla correctamente y posicionarse más rápidamente.
Tener páginas del tipo “Empresa/Quienes somos” o “Aviso legal” aportan confianza a los usuarios y contribuyen a que Google les tome en serio y reconozca que existe una empresa real detrás del sitio web.
Fuera ya de lo que son los factores a tener en cuenta en el propio site, no podemos olvidarnos de Google My Business. Combina lo que conocemos como el mapa de Google (Google Maps) y el perfil de Google +. Constituye un elemento clave en el posicionamiento local, ya que permite que la pyme consiga más visibilidad en las páginas de resultados del buscador y en el mapa.
Para poder darse de alta, Google verificará que la empresa existe realmente enviando una carta con un código, a la dirección que se haya introducido en el mapa. Una vez verificada la ubicación, en cuestión de 6 ó 7 días como máximo, el negocio se mostrará en el buscador. Para que Google lo considere positivamente, el perfil debe estar optimizado con información real y completa de la empresa, incluyendo buenas fotografías geolocalizadas de las instalaciones y equipamientos.
Ahora bien, a una pyme no solo le va a interesar aparecer en el listado sino estar por encima de sus competidores. Para ello, Google tiene muy en cuenta las valoraciones de los clientes que han opinado sobre ella. Mientras mejores sean, más visibilidad y mejor posicionada estará. A esto hay que unirle que, hoy en día, la gran mayoría de los usuarios las consultan antes de decidirse a contactar con una u otra empresa por lo que, se han convertido en algo fundamental en el procedo de decisión de compra de cualquier consumidor.
Por todo ello, si volvemos a plantearnos la pregunta que nos hicimos al principio, la respuesta será, que estos negocios familiares y pequeñas empresas tienen una posibilidad real de competir si lo hacen en su terreno, a nivel local.