Tener hoy en día una página web no es significado de aumento de ventas o clientes. Para conseguir estos diferentes objetivos hay que basarse en un marketing online que le destaque su web en Google, es decir, un posicionamiento natural o SEO que le haga subir como la espuma.
Hoy en día, cualquier empresa que se precie dispone de una página web. De esta manera, consigue llegar a más gente en menos tiempo, pudiéndole ofrecer sus diferentes productos y/o servicios.
Sin embargo, tener una web no es suficiente para darse a conocer, es decir, poder llegar a los millones de internautas que se meten a diario en internet para que se conviertan en potenciales cliente de su empresa.
Actualmente, la mayoría de los usuarios hacemos nuestras búsquedas por Google. Así, nuestra página web debe de aparecer bien posicionada para llegar a conseguir el click de un internauta.
Este clik se puede convertir en una venta, un posible cliente, una fidelización de marca… Todo ello para conseguir el objetivo principal de una empresa: vender.
Llegar a la primera página de Google se consigue a través de lo que se conoce como posicionamiento natural o SEO. Ir viendo como en unos meses tu página va aumentando de posición y así aumentando su tráfico.
Está comprobado que los usuarios no pasamos de la segunda página de Google para hacer nuestras búsquedas. Así que, se debería de plantear: ¿está bien posicionada su página?
Muchas veces nos ha llegado algún cliente buscando el diseño de su web, pero luego no invierte en marketing online. Eso es igual a invertir en un gran local, decorarlo a tu gusto, poner el mejor escaparate, con los mejores productos y… Tenerlo en una calle sin paso y sin gente que pueda valorarlo. ¡Tú mismo! ?